
El Open Banking revoluciona las finanzas en Latinoamérica
El Open Banking avanza en América Latina, integrando tecnología, seguridad y nuevas oportunidades para empresas, emprendedores y usuarios financieros.

La transformación digital del sector financiero en América Latina avanza a paso firme, impulsada por el modelo de Open Banking. Esta tendencia global, basada en el uso de interfaces de programación (APIs), está modificando de raíz la relación entre empresas, instituciones financieras y consumidores. Al permitir el intercambio seguro de datos bancarios en tiempo real, se promueve un ecosistema más competitivo, eficiente e inclusivo.
Uno de los principales aportes de esta tecnología es la posibilidad de incorporar al sistema financiero a personas y negocios tradicionalmente excluidos. Gracias al uso de fuentes externas como organismos tributarios, las pymes y emprendedores pueden demostrar ingresos y acceder a créditos y otros servicios que antes les eran inaccesibles. Esto representa una oportunidad concreta para dinamizar las economías locales y regionales.
Para Alfonso Maira, CEO de Floid, el impacto va más allá de la eficiencia: “el mayor cambio o el mayor beneficio es la posibilidad de poder evaluar mejor a personas y empresas, pero no se trata solo de eficiencia, sino de cambiar la manera en la que operan; el acceso a datos en tiempo real permite tomar decisiones más informadas”. Sectores como el retail, fintech y manufactura ya están aprovechando estas ventajas para gestionar mejor los riesgos y agilizar procesos financieros.
Pese a sus beneficios, la implementación del Open Banking enfrenta retos clave. La protección de datos y el consentimiento informado son fundamentales en una era marcada por amenazas digitales. Además, el avance desigual de las regulaciones en la región representa un desafío para la expansión de este modelo. Brasil ha tomado la delantera con una normativa sólida, mientras países como México y Colombia aún enfrentan incertidumbres normativas.
Por otro lado, el concepto de Open Finance —una evolución del Open Banking— extiende esta lógica más allá de los bancos, incluyendo seguros, inversiones y otros servicios. En este sentido, Maira subraya la necesidad de reforzar la educación financiera y la comunicación clara hacia los usuarios, para generar confianza y garantizar una adopción exitosa. La transparencia, sostiene, es clave para un sistema más justo y accesible para todos.
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