Colapso del Silicon Valley Bank y el temor de otra crisis financiera
El banco se especializa en financiar al sector tecnológico, como startups o a fondos de capital riesgo.
Tras el colapso de Silicon Valley Bank (SVB) el último viernes, seguido del cierre del Signature Bank dos días después, una incertidumbre financiera preocupó un posible efecto dominó en la economía mundial, ya que, de ambos, el SVB es la entidad bancaria más grande en sufrir una caída en Estados Unidos desde la crisis financiera del 2008.
Recapitulemos, el SVB fue fundado en California en 1983, y al cierre del 2022 se posicionaba como la decimosexta entidad bancaria en Estados Unidos, contando con varias oficinas alrededor del mundo. Ofrecía servicios financieros a compañías tecnológicas como startups o a fondos de capital riesgo. A su vez, Signature Bank tenía estrechos vínculos con empresas que operan en el ecosistema de bitcoin (BTC) y otras criptomonedas. Para diciembre de 2022, tenía 110 400 millones de dólares en activos totales y unos 88 600 millones en depósitos totales, según la agencia CNBC.
Entre los principales motivos por los cuáles la SVB quebró existen dos fundamentales: la caída del valor de las acciones de las empresas tecnológicas y la agresiva subida de los tipos de interés en EE.UU. para hacer frente a la inflación.
SVB invirtió con los depósitos de los clientes en una gran cantidad de bonos de renta fija en los últimos dos años, una inversión considerada como segura en el sector financiero. Sin embargo, cuando se elevan los tipos de interés producto de una respuesta de la Reserva Federal para controlar la inflación, los precios de estos bonos decaen, por lo que esta inversión perdió su valor.
A su vez, los clientes con serios problemas de liquidez decidieron optar por sus ahorros depositados en las arcas del banco, ya que no encontraron forma de financiarse y seguir pagando, ya sea sueldos de trabajadores u otra obligación. Su negativa a endeudarse y la difícil búsqueda de grandes inversores que quisieran correr riesgos destinando fondos a startups agravó el problema.
Por tal razón, los clientes de SVB comenzaron a retirar sus depósitos y el banco al no tener suficiente liquidez para solventar la demanda, se vio obligado a vender los bonos a pérdida. Siendo este el contexto del pasado 8 de marzo, cuando el banco comunicó que trataba de recaudar alrededor de US $2 250 millones para cubrir esas pérdidas.
Este anuncio generó una espiral de miedo, provocando que los clientes se acercaran a las oficinas de SVB a retirar sus fondos por temor a perderlos. Cabe señalar, que la legislación estadounidense asegura hasta US $250 000; no obstante, el 90% de las cuentas de SVB superan con creces esta cifra, por lo que el pánico se expandió hasta el jueves ocasionando que las acciones de la entidad cayeran más del 60%.
Como resultado, los reguladores estadounidenses intervinieron y clausuraron el banco el viernes, transfiriéndolo a la Corporación Federal de Seguros de Depósitocs (FDIC), una agencia federal autónoma establecida después de la crisis bancaria de 1929 para proteger y recuperar los fondos de los clientes en caso de quiebra bancaria.
Caso similar pasó con Signature Bank, tras ver caer sus acciones un 22.87% en sus operaciones el viernes pasado. La Reserva Federal (FED) optó por el cierre de sus operaciones para prevenir un “riesgo sistémico”, alegando que quienes tengan su dinero en la entidad financiera tendrán acceso completo a sus depósitos.
Por su parte, el presidente de EE.UU., Joe Biden, afirmó que el sistema financiero del país está protegido, reafirmando el intento por proyectar tranquilidad después de la repentina y sorprendente caída de los bancos al generar temores sobre una crisis más extensa.
“Tengan la seguridad de que nuestro sistema bancario está a salvo”, comentó Biden a sus conciudadanos, además, los clientes de la SVB podrán acceder a retirar su dinero desde este lunes. Esta devolución está financiada con el Fondo de Garantía de Depósitos (DIF, en inglés) creado para ser usado en situaciones de emergencia.
Este fondo se financia periódicamente mediante los pagos trimestrales realizados por los bancos y con los intereses que generan los bonos del gobierno.
Por último, FED comunicó que ofrecerá ayuda mediante un nuevo programa de financiamiento que permitirá a los bancos acceder a préstamos durante una crisis.