Renuncia de mujeres a puestos de liderazgo, duplica cifra de ascensos
Dos mujeres en puestos de liderazgo, renuncian por una que logra ascender a ese nivel.
Durante 2022, los obstáculos que impiden a las mujeres ascender a los puestos gerenciales continuaron como una constante en las organizaciones.
Según datos de la Consultora McKinsey, por cada 100 hombres que son promovidos a un nivel de entrada en posiciones gerenciales, sólo 87 mujeres logran estos ascensos. Mientras que, dos mujeres en puestos de liderazgo, renuncian por una que logra ascender a ese nivel.
De tal forma, este año las compañías tienen un nuevo desafío, la fuga de talento de las trabajadoras que lograron romper “el techo de cristal”.
“No es como que los puestos deban tener un perfil muy adecuado, pero hay una razón por la que muchas mujeres se ven desalentadas de tomar promociones o de trabajar en ciertas ocupaciones y es que son incompatibles con la realidad que viven y no es falta de aspiración, sino una incompatibilidad real. Esto se combina con esta mayor necesidad de bienestar que nos quedó después de la pandemia”, expone Fátima Masse, Coordinadora de la Sociedad Incluyente del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
De acuerdo con dicho informe, la fuerza laboral femenina en puestos de liderazgo renuncia por factores como las microagresiones, las sobrecargas de trabajo y el bajo reconocimiento. Mientras que, el deseo de flexibilidad laboral y compromiso con el bienestar de los empleados, son otros factores que las féminas consideran para renunciar.
En México, la historia nos remite también a que el cuidado de los niños, personas mayores o con discapacidad, siempre ha sido tarea que ha recaído sobre las mujeres, lo que les ha impedido un desarrollo equitativo en el mundo laboral.
En línea con ello, un sistema nacional de cuidados más igualitario y el incremento en los permisos de paternidad, son algunas de las medidas que podrían promover la incorporación y permanencia de más talento femenino en las organizaciones.
Además, corresponde al sector privado innovar un sistema de prestaciones que permita a mujeres y hombres, participar en la escalera corporativa y al mismo tiempo combinar el trabajo con su vida personal.