Putin llama a construir un "nuevo orden democrático global" en la cumbre BRICS
El presidente ruso propuso un nuevo modelo de cooperación internacional, acusando a Occidente de desestabilizar la región con sus sanciones, especialmente en Ucrania.
Los líderes del grupo BRICS –integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica– concluyeron su cumbre anual en Kazán, Rusia, donde las intervenciones de sus principales figuras subrayaron el interés compartido en reformar el sistema global. Vladimir Putin, quien organizó la conferencia de tres días en su país, expuso su visión de un “nuevo orden global democrático”, una idea que coincide con la propuesta de ampliar la influencia de los países emergentes en las instituciones internacionales.
El evento en Kazán reunió a líderes de 36 países, incluido el secretario general de la ONU, António Guterres, cuya asistencia fue crítica para el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Andrii Sybiha. Sybiha declaró que la participación de Guterres fue una “elección equivocada” que, a su juicio, no contribuye a la paz y perjudica la reputación de las Naciones Unidas.
Durante la cumbre, los representantes de los BRICS debatieron sobre el fortalecimiento de la cooperación financiera y exploraron alternativas a los sistemas de pago controlados por Occidente. También se discutieron propuestas para resolver conflictos regionales y ampliar la membresía del grupo, una medida que apunta a aumentar la representación global de Asia, África y América Latina.
En la sesión plenaria de clausura, Putin no solo insistió en la necesidad de un nuevo orden mundial más equitativo, sino que también criticó duramente a las potencias occidentales, señalando las sanciones impuestas a su país como un factor de desestabilización regional. En un tono crítico, el presidente ruso afirmó: “Ucrania ha sido utilizada para crear amenazas críticas a la seguridad de Rusia, ignorando nuestros intereses vitales y las preocupaciones legítimas sobre los derechos de las comunidades rusohablantes”. Asimismo, señaló que el objetivo de Occidente parece ser “infligir una derrota estratégica” a su nación.
El presidente ruso también aprovechó la cumbre para proponer una reforma en la ONU que incluya a países de Asia, África y América Latina en posiciones de mayor influencia, argumentando que estas naciones también deben participar activamente en la toma de decisiones globales.
La cumbre BRICS concluyó con un llamado a reconfigurar el equilibrio de poder global. La visión de Putin y sus aliados sugiere que los países emergentes buscan crear un contrapeso a las economías desarrolladas, promoviendo una arquitectura internacional donde más voces tengan cabida y más regiones participen activamente en la construcción de la paz y el desarrollo.