¿Por qué es histórica la captura del Mayo Zambada?
La caída del último capo de la vieja guardia sorprende al mundo
La detención de Ismael "El Mayo" Zambada marca un momento crucial en la historia del narcotráfico. Conocido por su bajo perfil, Zambada se mantuvo como uno de los pocos líderes de la vieja guardia que jamás había sido encarcelado. Su habilidad para eludir a las autoridades generó especulaciones sobre si podría llegar a morir de causas naturales sin enfrentar la justicia.
Durante décadas, Zambada formó parte de uno de los cárteles más poderosos, trabajando en conjunto con Joaquín "El Chapo" Guzmán, ahora encarcelado en Estados Unidos. A pesar de la caída de figuras cercanas como su hermano Jesús "El Rey" Zambada y sus hijos Ismael "El Mayito Gordo" Zambada Imperial y Vicente Zambada Niebla "Vicentillo", Zambada permaneció fuera del radar.
Su legendaria capacidad para evitar la captura se debió en parte a su escasa exposición pública. Las únicas imágenes conocidas de él provienen de su primera detención hace más de 40 años y de una entrevista con el periodista Julio Scherer en 2010.
Con 76 años y problemas de salud, Zambada seguía siendo una figura influyente dentro del Cártel de Sinaloa. Su enfoque más orientado a los negocios que a la violencia le permitió mantenerse activo a lo largo del tiempo.
Además de esquivar a la justicia, Zambada también sobrevivió a los conflictos internos del cártel tras la captura de El Chapo en 2017. Un ataque fallido en su contra, presuntamente planeado por Dámaso López "El Licenciado", terminó sin éxito.
La DEA había convertido a Zambada en uno de sus principales objetivos, ofreciendo inicialmente 5 millones de dólares por su captura, cifra que ascendió a 15 millones en 2021. Se le acusaba de delitos graves como lavado de dinero, tráfico de drogas, asesinato y conspiración para cometer crímenes en el extranjero.
La figura de Zambada se convirtió en un mito, y su captura fue vista como improbable. Sin embargo, él mismo reconoció la posibilidad durante su entrevista con Scherer, respondiendo a la pregunta de si lo atraparían: “En cualquier momento o nunca”.
La captura de Mayo Zambada representa el fin de una era en el narcotráfico. Su capacidad para evadir la justicia durante tantos años lo convirtió en una leyenda, pero también en un objetivo prioritario para las autoridades. Esta detención no solo es histórica por su simbolismo, sino que también redefine el panorama del crimen organizado en México.