El centro-derecha retoma el poder en Irlanda tras unas elecciones marcadas por desafíos y escándalos
Fianna Fáil y Fine Gael consolidan su alianza, mientras Sinn Féin sufre una importante pérdida de apoyo tras años de crecimiento.
En Irlanda, las recientes elecciones han vuelto a colocar a los partidos tradicionales de centro-derecha en el centro del panorama político. Fianna Fáil y Fine Gael, que han dominado la política irlandesa durante décadas, han reafirmado su posición y se perfilan para formar una nueva coalición de gobierno. Este resultado marca un retroceso significativo para el Sinn Féin, el partido nacionalista de izquierda que había emergido con fuerza en 2020.
Con un 22% de los votos, Fianna Fáil recupera su lugar como el partido más votado, seguido de cerca por Fine Gael, liderado por el actual primer ministro, Simon Harris, con un 21%. En contraste, Sinn Féin quedó en tercer lugar con un 19%, una caída de cinco puntos porcentuales respecto a las elecciones de 2020. El declive del Sinn Féin se atribuye a una combinación de escándalos internos y críticas a sus propuestas políticas.
La coalición gobernante aún está por definirse, pero Fianna Fáil y Fine Gael probablemente unirán fuerzas con partidos más pequeños como los laboristas o los socialdemócratas, dada la caída de los Verdes, antiguos socios de gobierno. Se espera que Micheál Martin, actual ministro de Exteriores y ex primer ministro entre 2020 y 2022, retome el liderazgo del país al menos por los próximos dos años.
El retraso en los resultados finales, que se extendió hasta hoy, refleja la naturaleza singular del sistema de "voto único transferible" de Irlanda. Este método permite a los votantes ordenar sus preferencias, y los escaños se asignan en múltiples rondas de conteo. Aunque este sistema minimiza el desperdicio de votos, también prolonga el escrutinio, especialmente en distritos con una alta cantidad de candidatos, como ocurrió este año.
El Sinn Féin, que hace solo cuatro años logró un hito histórico al liderar en número de votos, ha enfrentado críticas y escándalos que han dañado la imagen de su líder, Mary Lou McDonald. Además, las políticas del partido en áreas como inmigración, familia y economía han sido objeto de controversia, dejando en evidencia contradicciones ideológicas.
Irlanda, uno de los países más ricos de Europa gracias a la inversión de multinacionales estadounidenses, enfrenta ahora el desafío de mantener esta estabilidad económica. La posibilidad de que una futura administración de Donald Trump imponga restricciones comerciales genera incertidumbre. Michele Crepaz, politólogo de la Universidad Queen's de Belfast, advierte: "Si Trump cierra la puerta al comercio, Irlanda tendrá un problema".
Aunque ningún partido de extrema derecha ha logrado consolidarse en Irlanda, varios candidatos independientes vinculados a esta ideología han conseguido escaños. Según la periodista Liz Carolan, muchos de estos políticos surgieron como influencers y han utilizado las redes sociales como plataforma para sus campañas.
Las elecciones en Irlanda han reafirmado la hegemonía del centro-derecha, pero también han expuesto grietas en el sistema político tradicional. Mientras Fianna Fáil y Fine Gael buscan consolidar su coalición, el Sinn Féin deberá enfrentarse a un proceso de renovación interna. En un contexto de incertidumbre económica global, Irlanda se prepara para mantener su estabilidad, consciente de que las próximas decisiones políticas serán cruciales para su futuro.