45 países exigen en la ONU el fin de la represión en Venezuela y liberación de presos políticos
Una amplia coalición internacional condena la represión en Venezuela tras las elecciones y exige el respeto a los derechos humanos, mientras la comunidad global aguarda por la transparencia de los resultados electorales.
Un grupo de 45 naciones, entre las que se encuentran países de América Latina, Europa, y potencias globales, alzó su voz ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para demandar el cese de la represión en Venezuela. La coalición pidió el fin de las detenciones arbitrarias y exigió la liberación inmediata de presos políticos, en el marco de una creciente preocupación por el deterioro de los derechos humanos en el país tras las elecciones del 28 de julio.
La declaración fue presentada por la ministra de Relaciones Exteriores de Argentina, Diana Mondino, quien destacó la gravedad de la situación. "Estamos profundamente inquietos por la crisis estructural de derechos humanos en Venezuela, que se ha intensificado este año con motivo del proceso electoral", afirmó Mondino. La petición fue respaldada por países latinoamericanos como Argentina, Chile, Ecuador, Guatemala y Perú, así como por miembros de la Unión Europea y otras potencias como Estados Unidos, Japón, Canadá y Australia.
Entre las demandas clave del bloque internacional se encuentra la liberación de todos aquellos que han sido arrestados de manera arbitraria, entre ellos opositores políticos, periodistas, y manifestantes, incluidos menores, mujeres y personas con discapacidad. Asimismo, se destacó la necesidad de que las autoridades venezolanas respeten las normas internacionales sobre el debido proceso y mejoren las condiciones de detención.
La declaración también hace referencia a la persecución judicial iniciada por el Estado venezolano contra el candidato presidencial Edmundo González, quien se vio forzado a exiliarse en España tras ser acusado de incitación al odio. Este caso, junto a otros incidentes como el uso desmedido de la fuerza por parte de los cuerpos de seguridad y grupos civiles armados conocidos como "colectivos", ha encendido las alarmas de la comunidad internacional.
“Bajo el pretexto de la lucha contra el terrorismo o la incitación al odio, se están encarcelando a personas que solo buscan ejercer su derecho a la protesta pacífica”, señaló la declaración firmada por las 45 naciones.
El bloque internacional lamentó la decisión de las autoridades venezolanas de suspender la cooperación con la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, lo que derivó en la expulsión de su personal en febrero. En respuesta, se exigió que Venezuela permita la entrada al país de la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos, responsable de investigar las violaciones de derechos humanos, y que presentará su próximo informe el 19 de septiembre ante la ONU.
Por otro lado, la Casa Blanca también intervino en el tema, instando al gobierno venezolano a publicar los resultados de las elecciones del 28 de julio. John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, expresó la necesidad urgente de que se respeten los deseos del pueblo venezolano y evitó, de momento, anunciar nuevas sanciones, aunque no descartó futuras medidas en caso de que el gobierno de Maduro continúe reprimiendo a la oposición.
La presión internacional sobre Venezuela sigue creciendo, mientras 45 naciones exigen el fin de la represión, la liberación de los presos políticos y la transparencia electoral. Las acciones futuras de la comunidad internacional estarán determinadas por la respuesta del gobierno de Maduro y la posible reanudación de la cooperación con organismos como la ONU, que buscan garantizar el respeto a los derechos humanos en el país.