Los desafíos económicos que podría enfrentar EE. UU. si Trump gana la presidencia
El posible retorno de Trump plantea incertidumbres sobre guerras comerciales, impuestos y el futuro de las industrias verdes en Estados Unidos.
La economía, que desempeñó un papel destacado en la campaña presidencial de Donald Trump en 2020, continúa siendo un punto crucial de atención para los estadounidenses en el presente año. En medio de preocupaciones sobre la inflación y las altas tasas de interés, el retorno del expresidente podría conllevar cambios significativos en la política económica de Estados Unidos.
Entre las prioridades económicas que podrían definir la agenda de Trump, destaca su postura en la guerra comercial con China. El expresidente ha propuesto la implementación de un "arancel universal del 10%" sobre productos extranjeros vendidos en Estados Unidos. No obstante, la incertidumbre persiste sobre si este arancel reemplazase o se sumaría a los existentes, planteando preocupaciones sobre el sistema de comercio internacional y la Organización Mundial del Comercio.
Asimismo, la reducción de impuestos, una medida emblemática del primer mandato de Trump, podría volver a ocupar un lugar central en su agenda económica. Con la reforma fiscal actual expirando en 2025, expertos sugieren que consolidar esta política sería una prioridad para el expresidente, argumentando que pondría dinero en los bolsillos de los estadounidenses.
Además, la posible vuelta de Trump también amenaza con desestabilizar las industrias verdes. La Ley de Reducción de la Inflación (IRA), destinada a impulsar las energías limpias con una inversión de 370,000 millones de dólares, enfrenta el riesgo de ser reducida por el expresidente, quien busca maximizar la producción de combustibles fósiles.
Con incertidumbres y debates en el horizonte, la posible presidencia de Trump plantea desafíos significativos en el ámbito económico. La combinación de guerras comerciales, reducciones de impuestos y cambios en políticas medioambientales podría tener repercusiones de gran alcance, generando tanto apoyo como preocupación entre los ciudadanos y expertos en el panorama político estadounidense.