Elecciones en Estados Unidos: ¿Cómo impactarán en el comercio mundial?
El enfrentamiento entre Kamala Harris y Donald Trump por la presidencia de Estados Unidos tendrá efectos profundos en la economía mundial.
Las elecciones presidenciales de Estados Unidos, previstas para el próximo 5 de noviembre, no solo impactarán a los ciudadanos norteamericanos, sino que también tendrán importantes repercusiones en la economía global. Kamala Harris, actual vicepresidenta y representante del Partido Demócrata, se enfrenta al exmandatario republicano Donald Trump, en una contienda que promete definir el rumbo del comercio mundial durante los próximos cuatro años.
Para la aseguradora Crédito y Caución, el comercio internacional verá cambios importantes independientemente de quién resulte victorioso. Sin embargo, los expertos anticipan enfoques distintos entre Harris y Trump, con consecuencias específicas para los flujos comerciales y las políticas de importación y exportación en Estados Unidos.
Donald Trump ha dejado claras sus intenciones de retomar una política proteccionista. En el centro de su estrategia comercial, el exmandatario propone imponer un arancel del 60% a las importaciones procedentes de China y un arancel mínimo del 10% sobre todas las importaciones a Estados Unidos. Esta postura más agresiva afectaría profundamente las cadenas de suministro global, además de provocar respuestas en forma de aranceles de represalia por parte de sus socios comerciales, incluyendo a la Unión Europea y varios países del Sudeste Asiático.
Durante su administración anterior, Trump aplicó aranceles que impactaron productos clave de España, Francia, Alemania y Reino Unido, generando tensiones en sectores como el del acero y el aluminio. A su vez, la promesa de reducir el impuesto de sociedades del 21% al 15% para las empresas que operan en territorio estadounidense podría fortalecer la producción nacional, pero no sin afectar la balanza comercial.
Por otro lado, el enfoque de Kamala Harris hacia el comercio exterior refleja una actitud de escepticismo frente a los acuerdos de libre comercio a gran escala, especialmente si no se consideran temas medioambientales y laborales. Su trayectoria en la administración Biden ha impulsado asociaciones regionales en América Latina y Asia, diseñadas para reducir la dependencia de China en las cadenas de suministro y fortalecer los derechos laborales y la normativa medioambiental.
El acuerdo sobre el acero y aluminio sostenibles, que ha sido clave en la mejora de relaciones comerciales entre Estados Unidos y la Unión Europea, representa el tipo de política que Harris podría continuar, con una estrategia más regulada y de cooperación con sus aliados globales.
Sin importar el resultado, el proteccionismo creciente continuará empujando a las empresas a diversificar sus cadenas de suministro. Según las proyecciones de Crédito y Caución, en caso de una reelección de Trump, el comercio global podría contraerse en un 4% para el final de su mandato. Además, este enfoque afectaría particularmente a los exportadores estadounidenses, quienes verían una caída de hasta el 12% en sus ventas internacionales.
A nivel regional, México, uno de los socios más importantes en el tratado comercial de América del Norte, podría verse afectado en caso de una administración Trump. La incertidumbre sobre la renovación de este acuerdo en 2026 pondría en riesgo su papel en el esquema de producción para Estados Unidos y Canadá. En el caso de China, se anticipan retrocesos de alrededor del 5.8% en sus exportaciones, aunque países emergentes como India y Vietnam podrían beneficiarse de un flujo comercial que se aleja de China. Aún así, las restricciones adicionales podrían frenar dichos beneficios a largo plazo.
Las elecciones de Estados Unidos de este noviembre no solo definirán al próximo líder de una potencia mundial, sino que también marcarán un punto de inflexión en la política comercial global. Mientras que una victoria de Harris podría traer un enfoque más regional y regulado, una victoria de Trump podría revitalizar el proteccionismo agresivo. En cualquier escenario, las empresas y economías de todo el mundo se ven en la necesidad de adaptarse a un entorno comercial cada vez más incierto y proteccionista.