Robótica educativa: una revolución en el aprendizaje con gran potencial en México

La integración de robots en la educación está transformando las aulas a nivel mundial. Tecnologías innovadoras como los robots educativos están mejorando la creatividad, la comprensión y la participación de los estudiantes. Desde enseñar matemáticas hasta personalizar la experiencia de aprendizaje, esta revolución tecnológica está redefiniendo cómo aprendemos y qué enseñamos.

El mercado de la robótica experimenta un crecimiento exponencial. En 2020, estaba valorado en 27 mil millones de dólares, y se proyecta que alcanzará los 74 mil millones para 2026. Este avance incluye a los robots educativos, una herramienta clave para el aprendizaje tecnológico, y un segmento que en 2023 generó ingresos globales de 7 mil millones de dólares. Los expertos predicen que esta cifra podría triplicarse para 2030, gracias a la creciente demanda de soluciones que combinan tecnología y educación.

México, con su gran proporción de población joven, está emergiendo como un mercado estratégico en este sector. Alejandro Franco Rodríguez, director general de QSM Semiconductores, destaca que “el número de jóvenes en México supera al de muchos otros países, lo que junto a la necesidad de innovación educativa, posiciona al país como un terreno fértil para la robótica educativa”.

Entre los desarrollos de QSM se encuentra un robot educativo que combina tres modos de control: manual, automático e inteligencia artificial. Este dispositivo, operado mediante una aplicación móvil, permite a los estudiantes manejarlo de forma intuitiva, programar rutinas y secuencias, y recibir apoyo de un asistente virtual que resuelve preguntas, ofrece ayuda en tareas escolares y hasta cuenta chistes.

En el modo manual, los usuarios pueden personalizar movimientos y realizar ajustes, como cambiar los colores de luces LED. El modo automático incluye la programación de movimientos y rutinas de baile a través de una interfaz similar a Scratch, una popular herramienta educativa. Por último, el modo de inteligencia artificial convierte al robot en un asistente multifuncional que fomenta habilidades tecnológicas y enriquece el aprendizaje.

“Nuestro enfoque nos permite ofrecer productos de alta calidad y soluciones personalizadas de ingeniería, manteniendo un control eficiente de costos para desarrollar herramientas innovadoras”, señala Franco Rodríguez.

Además de mejorar las aulas tradicionales, estos avances prometen fomentar entornos educativos más inclusivos y equitativos. La robótica educativa no solo apoya el desarrollo académico, sino que también impulsa la creatividad, la resolución de problemas y el pensamiento crítico.

El potencial de la robótica para transformar la educación es enorme, y México está bien posicionado para ser un referente en esta revolución. Con el avance continuo de la tecnología, los robots educativos no solo serán herramientas de aprendizaje, sino también aliados clave en la creación de un futuro educativo más inclusivo y tecnológico.

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