Startups y CVC

Si bien la distancia entre las corporaciones y los emprendedores parece reducirse cada vez debido a que las grandes compañías necesitan de las startups para ser más innovadoras, y los emprendimientos a las compañías para lograr mejores ingresos; esta situación no siempre ha sido así.

Conocido como el fenómeno que ha tomado impulso en los últimos años y que se aceleró, como otras verticales relacionadas a la tecnología después de la pandemia, el Corporate Venture Capital (CVC) ha detonado de manera importante durante 2022.

De acuerdo a la consultora EY, el Corporate Venturing (CV) puede definirse como cualquier esfuerzo por parte de una empresa para crear iniciativas emprendedoras. Mientras que, cuando las compañías financian emprendimientos se habla de Corporate Venture Capital (CVC).

Dichas prácticas generan beneficios tanto para las empresas como para los emprendedores. De parte de las grandes compañías que buscan startups en etapas tempranas, los beneficios van desde el enriquecimiento de la propuesta de valor para los clientes y la mejora en sus procesos, hasta una cultura más ágil para la organización.

Del lado de los emprendedores, el CVC busca apoyo económico para sus proyectos en los primeros años de ejecución. Además, les permite crear una relación comercial con las compañías que, en muchos casos, les facilita una red de mentores con visiones y experiencia distintas.

Sin duda, la innovación en los negocios ya no es solo una tendencia sino una necesidad estratégica. De forma que, el CV y CVC son prácticas imperantes para las empresas de cualquier tamaño, que pretendan mantener sus ventajas competitivas a largo plazo.