La importancia de contar con una estrategia de sostenibilidad empresarial
La sostenibilidad empresarial no solo mejora la reputación, sino que también fortalece la resiliencia ante crisis y cambios en las preferencias del consumidor.
El concepto de ASG/ESG, referente a los factores ambientales, sociales y de gobernanza en la toma de decisiones empresariales, está cobrando una importancia creciente en el ámbito corporativo. Ahora, más allá de las métricas financieras, se reconoce la necesidad de considerar la interacción de las empresas con su entorno natural y social para evaluar su rendimiento.
La incorporación de una estrategia de sostenibilidad se justifica por motivos éticos y de responsabilidad global. El cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU para el año 2030 implica un compromiso compartido entre gobiernos, empresas y ciudadanos.
Además, una estrategia de sostenibilidad proporciona a las empresas una mayor resiliencia frente a crisis futuras. La anticipación y gestión de riesgos sociales y ambientales permite una adaptación más eficaz a situaciones adversas, como lo demostró la pandemia de COVID-19.
Asimismo, la adopción de prácticas sostenibles conlleva beneficios tangibles para la reputación corporativa. Aquellas empresas que demuestran compromiso con el medio ambiente y la sociedad son percibidas como socialmente responsables, lo que les otorga una mayor legitimidad.
La evolución hacia un consumo más consciente y las iniciativas regulatorias, tanto a nivel nacional como internacional, apuntan hacia un futuro en el que la sostenibilidad sea un requisito básico para todas las empresas. La adopción de estrategias de sostenibilidad no solo es una cuestión ética, sino también una necesidad para las empresas que buscan mantener su relevancia y competitividad en un mundo en constante cambio. La sostenibilidad también prepara a las empresas para enfrentar desafíos futuros y responder a las demandas cambiantes de los consumidores y la regulación.