Puno: suspensión de Fiesta de la Candelaria genera pérdidas por más de 230 millones de soles

Puno es parte de las regiones que han sufrido grandes impactos negativos a su economía debido a las protestas que se reanudaron el pasado 4 de enero, tanto el turismo como el comercio son los sectores más perjudicados. A su vez, se suma el hecho de no realizar la Fiesta de la Virgen de la Candelaria, una celebración atractiva tanto para turistas nacionales como extranjeros.

Debido a esta acción, el presidente de la Cámara de Comercio y de la Producción de la región Puno, Francisco Aquise Aquise, manifestó que más de 230 millones de soles se dejaron de percibir con la suspensión de las actividades relacionadas esta festividad.

“No hay tránsito terrestre ni aérea. La conectividad como la cúster es solo para desplazamientos de estudios y de algunas activas. Los hoteles están sin operaciones, se han dado varias cancelaciones”, declaró a una agencia local.

Además, manifestó que los días principales de celebración se proyectaba un gasto superior a los 100 millones de soles. “En los días principales de la fiesta se proyectaba un gasto de 102 millones soles debido a la actividad que realizan los más de 60 mil danzarines y más de 64 millones de soles en hospedaje, restaurantes y comercio; sin embargo, debido al conflicto social se dejó de ganar estos montos de dinero”, agregó.

Según Aquise, los presidentes de danzas originales y con trajes de lucen realizan inversiones de más de 54 millones de soles, aunque solo adelantaron el 50% del costo de trajes, música y otros servicios.

Por otro lado, el bloqueo de carreteras perjudica el normal desarrollo de las actividades económicas, registrando un último bloqueo en la tarde de este lunes, cuando un grupo de manifestantes bloqueó el distrito binacional de Desaguadero, ubicado en la provincia de Chucuito, Puno. A pesar de que Puno está sufriendo grandes pérdidas económicas en los sectores de turismo y comercio, los pobladores siguen acatando las manifestaciones, evitando el acceso a los alimentos, medicinas, agua potable, combustible y más.

Ante esto, los comerciantes tuvieron que paralizar sus actividades por temor a los saqueos y enfrentamientos con las fuerzas del orden. De la misma manera, los gremios colectiveros dejaron de laborar y prestar sus servicios desde las 10 de la mañana.